La Fundación Talgo y la Asociación Creática, en el marco del convenio firmado entre ambas instituciones con el objetivo de fomentar el talento de las vocaciones científico-tecnológicas entre los más jóvenes, han organizado un curso de iniciación al pensamiento computacional y robótica con un grupo de 20 alumnos del colegio I. E. S. Celestino Mutis de Madrid en La Nave, en el madrileño barrio de Villaverde.

Esta visita ha servido a los jóvenes para impulsar su aprendizaje en competencias que les hagan pasar de ser meros consumidores a productores de tecnología, fijando así los cimientos de nuevas generaciones de creadores digitales que contarán con las herramientas y capacidades necesarias para responder en entornos cambiantes, gestionar situaciones complejas, etc.

El pensamiento computacional consiste en resolver problemas diarios  a través del uso de los conceptos fundamentales de la programación informática cuyas soluciones pueden ser representadas en una serie de instrucciones o pasos. Para Jeannette M. Wing, una de las primeras especialistas en utilizar el término de pensamiento computacional y profesora del Departamento de Computación de la universidad de Carnegie Mellon de Estados Unidos, el pensamiento computacional se desglosa en habilidades útiles para todos, es por eso que es necesario desarrollar esta aptitud y se puede conseguir utilizando para ello el ordenador, libros y juegos tanto para adultos, como para niños.

Los asistentes, acompañados de Pedro de España, ingeniero mecánico y científico de datos enfocado en el mantenimiento predictivo de trenes en Talgo, pudieron superar de forma divertida los retos planteados, utilizando experiencias creativas con máquinas. Para ello, utilizaron la plataforma Makecode para micro:bit, se trata de una pequeña tarjeta programable diseñada para aprender a programar con la que gracias a la cantidad de sensores que incorpora, pudieron desarrollar gran cantidad de proyectos solamente con la tarjeta.

Además, los alumnos del Celestino Mutis aprendieron a programar un paso a nivel por el cual a través de un sensor de ultrasonidos detecta la proximidad de un tren y activa un semáforo que controla la circulación y la seguridad vial.